¿Qué significa ser una persona Neurodivergente?
Cada persona neurodivergente vive el mundo de forma singular, por el funcionamiento de su cerebro.
Javi Soriano / psicologiaymente.com
En los últimos años, hemos experimentado un aumento significativo en la forma en que hablamos y conocemos sobre temáticas relacionadas con la salud mental y el bienestar emocional. La fuerza de las redes sociales, combinada con el aumento de problemas de este tipo como consecuencia de la pandemia de COVID-19, ha incorporado en el vocabulario e imaginario colectivo nuevos conceptos que ayudan a deconstruir falsas creencias y estigmas.
Es el caso de la neurodivergencia, un concepto que poco a poco se ha abierto paso en nuestras conversaciones. Seguro que has escuchado a alguna persona hablar sobre la neurodivergencia, entendiéndola como la singularidad con la que una persona vivencia un trastorno de salud mental o alguna condición neuronal que afecte al funcionamiento cognitivo y comportamental. Por lo general, la neurodivergencia agrupa todo aquello que no se corresponde con las expectativas sociales, y está por tanto sujeto a estigmas.
En este artículo, vamos a reflexionar de forma más cercana sobre qué significa ser una persona neurodivergente, y de qué manera es importante dar voz a este tipo de realidades para deconstruir estigmas y mitos asociados a las personas con trastornos neurológicos, psicológicos y emocionales.
¿Qué es la neurodivergencia?
Para entender qué significa ser una persona neurodivergente, es importante primero definir y comprender qué es la neurodivergencia en sí misma. La neurodivergencia hace referencia a la variabilidad natural en las funciones cerebrales que difieren de las expectativas sociales consideradas como “normales” o “normativas”. Esta diversidad incluye una amplia gama de condiciones psicológicas y neuronales, cada una con características únicas y diferenciales. Ser neurodivergente debe entenderse como que implique una disfunción, sino más bien una forma diferente de procesar la información y experimentar el mundo.
Entre las condiciones neurodivergentes más conocidas, se encuentra el trastorno del espectro autista (TEA), que afecta generalmente a la comunicación y a las interacciones interpersonales. El trastorno por déficit de atención e hiperactividad (TDAH), por otra parte, se caracteriza por la dificultad para concentrarse y controlar impulsos. La dislexia afecta la lectura y la escritura, mientras que otras condiciones, como el trastorno del procesamiento sensorial, pueden influir en la percepción sensorial.
¿Qué significa ser una persona neurodivergente? Implicaciones sociales y personales
Es crucial comprender que la neurodivergencia abarca una amplia gama de experiencias, y cada persona es única en cómo reconoce y vive su neurodivergencia. En lugar de centrarse en las posibles limitaciones y el estigma social, es esencial reconocer y valorar las habilidades y perspectivas únicas que aportan las personas neurodivergentes a la sociedad y a la inclusión y diversidad de sus historias en el imaginario colectivo. Al comprender y respetar esta diversidad cerebral y neurológica, podemos trabajar hacia una sociedad más inclusiva, igualitaria y empática.
Como venimos comentando, la neurodivergencia abarca un amplio y diverso espectro de condiciones, cada una con sus características distintivas que reflejan la complejidad inherente de la mente humana. A continuación, vamos a explorar algunos de los tipos más comunes y conocidos de neurodivergencia.
Sin embargo, es importante tener en mente que no son los únicos, y que cada persona experimenta y vive la neurodivergencia de maneras personales e irrepetibles. En eso consiste precisamente lo que se intenta empatizar con el término “neurodivergencia”: la pluralidad.
Tipos de neurodivergencia
Es crucial abordar cada condición con respeto y comprensión, reconociendo la singularidad de cada individuo. La neurodivergencia no debería ser vista como una limitación, sino como una variación natural en la diversidad humana. Al desterrar estigmas y prejuicios, fomentamos una sociedad que valora las contribuciones únicas de cada persona, independientemente de su perfil neurodivergente. La aceptación y el apoyo adecuado juegan un papel fundamental en permitir que las personas neurodivergentes florezcan y contribuyan plenamente a la riqueza de nuestra sociedad.
1. Trastorno del Espectro Autista (TEA)
Aquellos en el espectro autista pueden experimentar diferencias significativas en la comunicación y la interacción social. Mientras algunos pueden tener desafíos en la expresión emocional y la comprensión de las sutilezas sociales, otros pueden demostrar habilidades excepcionales en áreas específicas, como la memoria o la creatividad. Es esencial reconocer la amplia variabilidad en las experiencias autistas.
2. Trastorno por Déficit de Atención e Hiperactividad (TDAH)
Otra de las claves para entender qué significa ser una persona neurodivergente consiste en conocer cómo el TDAH afecta a quienes desarrollan esta alteración tan común.
Caracterizado por la dificultad para mantener la atención, controlar impulsos y, en algunos casos, hiperactividad. Aunque las personas con TDAH pueden enfrentar desafíos en entornos que requieren concentración sostenida, a menudo poseen una energía y creatividad excepcionales. La atención a las fortalezas, junto con el apoyo adecuado, puede potenciar sus habilidades únicas.
3. Dislexia
Este trastorno afecta la habilidad para leer y escribir, pero no está relacionado con la inteligencia. Las personas con dislexia pueden tener dificultades para reconocer palabras y letras, pero también pueden destacar en áreas no relacionadas con la lectura, como la resolución de problemas y la creatividad. La adaptación de métodos de aprendizaje puede permitir que las personas disléxicas exploren plenamente su potencial.
4. Trastorno del Procesamiento Sensorial
Influenciando la forma en que el cerebro procesa la información sensorial, como el tacto, el sonido y la luz. Aquellos con este trastorno pueden experimentar sensaciones de manera intensa o tener dificultades para filtrar estímulos. La comprensión y la adaptación del entorno pueden mejorar significativamente la calidad de vida de las personas con trastorno del procesamiento sensorial.
5. Trastorno del Déficit de Atención (TDA)
Aunque comparte similitudes con el TDAH, se centra principalmente en las dificultades de atención sin la presencia de hiperactividad. La capacidad para concentrarse puede variar, y las estrategias individualizadas son clave para el éxito.
Desafíos y estigmas sociales
Aunque la neurodivergencia enriquece nuestra sociedad, su diversidad y la convivencia respetuosa, las personas que la experimentan a menudo enfrentan desafíos y estigmas que pueden obstaculizar su participación plena. Es esencial reconocer y abordar estos desafíos para construir una sociedad más inclusiva. Las barreras sociales y educativas a menudo generan desafíos para las personas neurodivergentes. Las normas sociales rígidas pueden dificultar la participación en interacciones sociales, y la falta de comprensión puede llevar a malentendidos. En entornos educativos y laborales, las estructuras no adaptadas pueden limitar el rendimiento de aquellos con diferentes estilos de aprendizaje.
El estigma asociado a la neurodivergencia también contribuye a estos desafíos. Los prejuicios y la falta de conciencia pueden llevar a la discriminación y al aislamiento social. La sociedad, a menudo sin intención, puede marginar a aquellos que no se ajustan a las expectativas convencionales.
Al abordar estos desafíos, es crucial fomentar la empatía y la comprensión. La educación sobre la diversidad neurodivergente puede derribar estereotipos y reducir el estigma. La creación de entornos inclusivos, tanto en el ámbito educativo como laboral, permite que las personas neurodivergentes desplieguen todo su potencial. La promoción de la conciencia pública y la construcción de comunidades solidarias son pasos fundamentales. Al reconocer y aceptar las diferencias, podemos trabajar hacia un futuro en el que cada individuo, independientemente de su neurodivergencia, sea valorado por sus contribuciones únicas.
La inclusión no solo beneficia a aquellos que son neurodivergentes, sino que enriquece a toda la sociedad al fomentar la diversidad de pensamiento y experiencia. En última instancia, la lucha contra el estigma y los desafíos asociados a la neurodivergencia es un paso esencial hacia un mundo más compasivo y equitativo para todos.
El arte como medio de expresión en la neurodiversidad
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Un camino de autoconocimiento, autoestima y expresión
El arte, desde todos los tiempos es un medio de expresión por excelencia para las personas. Desde antes de la palabra, desde antes de la escritura, existe el trazo, la línea y el punto en el papel. En el desarrollo humano el sostener un lápiz, un crayón o aunque sea hacer manchas, expresar y “descargar en un papel” es algo tan natural como los primeros sonidos. Sin forma gráfica, sin interpretación ni tantas pretensiones, las personas se dejan ser en esos primeros estadios.
Así un niño que ya pueda sostener con sus manos un lápiz o un crayón, o incluso poner sus dedos en pintura, disfrutará de recorrer una hoja, un cartón o cualquier superficie que le permita plasmar esos materiales.
El arte para las personas
Se ha comprobado científicamente que el arte es un medio de expresión para las personas. En este caso es un medio gráfico-plástico. Permite expresar emociones y también elaborarlas. Es un medio que permite proyectar emociones que quizás no puedan expresarse tan fácilmente con palabras y, por ende, elaborarlas.
También el arte puede resultar una excelente vía para reducir el estrés de la vida cotidiana, aumentar la autoestima y bajar los niveles de ansiedad. Puede ser relajante, regulador, pintar, dibujar, colorear, esculpir arcilla estimulando la sensorialidad con los materiales y todos los sentidos en general.
Permite hacer foco en el aquí y ahora abstrayéndose de todo.
El arte en la discapacidad
La palabra “discapacidad” está formada por el prefijo “dis-” (divergencia, separación múltiple) y el sustantivo “capacitas” (capacidad o cualidad de lo capaz). Se desaconseja la forma “descapacitado”.
Todos estos factores recién mencionados también aplican en los casos de neurodiversidad, y podría decirse que aún más.
- Medio de expresión alternativo: en la neurodiversidad suele ser difícil expresarse. Ya sea por falta de vocabulario y capacidad expresiva según los cuadros o por dificultad para gestionar y reconocer las propias emociones. El arte es un medio por excelencia para favorecer esto.
- Foco aquí y ahora: Altamente relajante, ayuda a personas con autismo, ADHD, Síndrome de Down, etc., a reducir los niveles de ansiedad que algunas situaciones le pueden disparar generando atención plena en aquello que están haciendo.
- Sensorialidad: El trabajo con diferentes texturas y materiales resulta excelente para la estimulación sensorial ya sea cuando hay hiper o hipo sensorialidad.
- Aumento de la autoestima: El disfrutar la actividad, el poder mostrar sus producciones, el sentirse parte repercute en su autoestima.
- Integración: El arte puede ser un medio de encuentro y formación de grupos de pares afines.
- Inclusión: El poder mostrar lo producido artísticamente genera una sensación de aceptación y de valía personal muy importante para el autismo que a veces viene dañada por no sentirse parte, excluido o a la altura de muchas situaciones.